EXTRAÑAS MARCAS

En la zona rural de Villa Iris, Provincia de Buenos Aires, un lote de campo amaneció cubierto de extrañas marcas. La formación irregular claramente visible, asemeja círculos de diámetros variados y presenta alteraciones en el follaje natural. El sorprendente hallazgo se produjo el viernes 9 de octubre de 2009 y debido a la incertidumbre que causó, su dueño recién dio a conocer la noticia el día lunes.
El predio pertenece a la familia Forestier que dedica tiempo a tareas de producción rural. Un lote de 54 hectáreas, de las 200 pertenecientes al casco, fue afectado por un extraño y llamativo fenómeno y a consecuencia de la curiosa novedad, incontables veces debieron repetir la historia a investigadores, curiosos y profesionales.

Debido a las características que destacan sobre la cobertura natural, la sorpresa del hallazgo fue excepcional. La observación del dibujo inexplicablemente producido fue…“novedad de un día para otro”…, y sin salir del asombro, Sergio advirtió que la anomalía no era aislada. En la recorrida por el lote encontró gran dispersión de similares características. Sin lógica aparente, la incierta distribución de marcas puede contarse por decenas en la superficie, sin que en los alrededores exista evidencia de igual afección.
Lateral al cierra de melga, en la entrada al lote, se destaca por excelencia la manifestación principal de 17 metros. El interior contiene plantas de flor amarilla totalmente secas y otras en proceso de mortandad, mientras que en el contorno de 40 centímetros, el pasto natural está deshidratado. El tono de colores contrasta y destaca el efecto producido al ser comparado con plantas que no han sido afectadas. Todas las marcas tienen esta característica y su efecto podría deberse a varias causas.

Posible y probable acción de naturaleza conocida y/o manifestaciones OVNI, son algunas de las teorías en juego, pero el principal detalle reside en que no todas las marcas son iguales.

Las anomalías presentadas "de un día para otro" muestran importantes detalles a tener en cuenta. Los círculos que allí se encuentran son de dimensiones variadas que abarcan desde los 2 a 17 metros de diámetro. No tienen distribución lógica aparente y se limitan a la circunscripción del lote. La superficie afectada no denota altibajos en el terreno y tampoco existen indicios de improntas por apoyo. Algunos de estos curiosos dibujos muestran pasto natural totalmente seco, y en otros, directamente no hay plantas en el interior. Pocos se unen por los extremos y absolutamente todos, en forma proporcional, tienen un borde de 20 a 40 centímetros de pasto deshidratado.
Apreciables a simple vista, el aspecto exterior de todos los bordes es similar al efecto provocado por contacto con herbicidas. En cambio, el interior de las anomalías es disímil. En los círculos más pequeños no existen plantas, y en los de mayor medida, están muertas.
La fenomenología atrajo la atención de Periodistas, Ingenieros Agrónomos y Entomólogos, estudiosos de fenomenología OVNI y curiosos que generaron opinión al respecto.

Especialmente reunidos en el lugar de los acontecimientos, el diálogo con los protagonistas fue ameno y directo. Con extrema simpleza y amabilidad, atendieron todas las consultas del hecho fortuito. Al no hallar explicación y encontrarse inmersos en un manto de dudas, el comentario anecdótico rápidamente había tomado estado público. Tras la evidencia encontrada en su campo la noticia se difundió y luego, surgieron versiones orientadas a varios frentes. La presencia espontánea del CEUFO en el lugar fue bien recibida y tras la presentación de ambas partes, el comentario de los testigos se extendió. Ver las marcas y escuchar los testimonios era nuestro objetivo de investigación.

Las marcas surgieron como por arte de magia. De un día para el otro, la manifestación parcial afectó la vida natural en el terreno. De manera extraña en una superficie limitada, los cambios se notan y sorprenden. Un lote llano de 54 hectáreas, subdivido por un eléctrico, presenta varias decenas de insinuantes figuras visualmente claras, en las cuales, las alteraciones foliares son poco habituales. La desordenada distribución y el variado tamaño no fueron ejecutados con consentimiento de su dueño. Figuras semejantes a círculos ocupan 50 hectáreas y curiosamente la manga y cuadros vecinos, no fueron afectados.
La investigación en estos casos remite primero a buscar parámetros que encuadren posibles y probables explicaciones desde lo natural, ya que las anormalidades encontradas, podrían haberse formado por la eficaz acción de agentes patógenos. No obstante el razonamiento chacarero del momento, resulta inexplicable.
No hay dudas que la gente conoce muy bien cada hectárea de su campo, sus posibilidades de labranza y rendimientos, con lo cual tampoco hay dudas de la palabra. El indicativo, de un día para otro, suena contundente y ha de ser así. Posiblemente ha de haber una explicación científica ya que los agentes biológicos potenciados por el clima podrían ser el causante natural, pero el gran interrogante radica en la rapidez de la manifestación.
Casos de este tipo son habituales en la zona de Chascomús y cuenca del Salado y la experiencia laboral de productores agropecuarios indica que los círculos son producto de la acción de hongos que sumado al poco fósforo del suelo provocan el efecto.


Del hecho puntual sucedido en cercanías de Jacinto Arauz, se hicieron eco delegaciones del INTA Bordenave, Guatraché y Anguil y hasta tanto no expidan un documento referente, las dudas han de mantenerse. Como investigador de fenomenología OVNI, entiendo que todo tipo de evaluaciones profesionales de casos complejos, necesariamente deben hacerse en el campo aunque muchas veces prime la experiencia. La palabra de los técnicos es respetable y en su fundamento se plantearán razones. Hasta el momento hay amplias diferencias de criterio entre profesionales de un mismo rubro y las discusiones se centran en encontrar natural sintomatología causante.
La noticia de las marcas aparecidas en campo de Forestier ha generado amplias repercusiones zonales, y todas las variantes han de tenerse en cuenta. En la búsqueda de posibles y probables respuestas no solo se pone en juego el conocimiento científico por formación académica, sino también, la palabra y práctica de quienes conocen sus tierras.
En forma selectiva, ¿Podría un fenómeno natural conocido manifestarse de un día para otro? La pregunta obligada radica en la inmediatez de los hechos.
Además de las actuales manifestaciones descubiertas por el dueño del lote, existe al menos un antecedente conocido en el lugar y otro en cercanías. En la entrada del mismo campo, dos décadas atrás, habían aparecido marcas en menor cantidad.
La zona parece ser propicia ya que los vecinos comentan situaciones similares a la ocurrida pero de características diferentes. Varios anillos habrían sido hallados años atrás en lotes del vecino Paternoster.
Luego de la amplia difusión del caso se conocieron otros aislados y distantes. Al menos tres fueron denunciados por productores rurales de Guatraché, La loma y Doblas, con características coincidentes. Absolutamente todas las descubiertas demuestran acción inmediata y los dueños afirman desconocer agentes patógenos.
El daño provocado es, en alto porcentaje, desbastador y llamativo.
La inspección de los lugares dejó claro que no hay a la vista especie de pulgón conocida que ataque la flora, y si lo es, es desconocida para el productor. Esta especie ataca la flora en manchones y es estacional. Las plantas afectadas muestran cambios de progresivos de tono porque son debilitadas mediante la succión de savia. Un lote infectado comienza a notarse y en comparación a estas, afirman el daño nunca es tan marcado de un día para otro.
También cabe la posibilidad que esté actuando algún tipo de hongo potenciado por la escasa humedad del suelo, pero en ambos casos, ¿Cómo es que el o los efectos notorios no trascienden límites de alambrado? ¿La conformación, humedad y follaje natural existente en el suelo son distintos al lote afectado?
Los tamaños de las marcas y las características del daño foliar son importantes.
Mediante el estudio de factores se decantan posibles causas naturales y/o sobrenaturales, en cuyo caso resulta inevitable considerar y respetar la palabra de Ingenieros Agrónomos, Biólogos y Entomólogos como intérpretes académicos, y al mismo tiempo, el conocimiento del trabajo en la tierra, sus posibilidades de cultivo y rindes, los brinda el productor generando debate.
En particular, el aislamiento hace pensar teorías diferentes.
Lo anteriormente planteado es lógico y al considerar hipótesis, resulta inevitable evaluar posibles causas que enmarquen lo sucedido con fenomenología OVNI.
Este tipo de acontecimiento por marcas no es único y la casuística recurrente es temporal. No existen improntas que indiquen apoyo de supuestas naves y es apresurado mencionar mensajes y/o señales. A tal efecto, al igual que las encontradas en cultivo de maíz, emitir juicio crítico a modo de conclusión, es cometer un grabe error.

RESUMEN PRIMERA PARTE DE INVESTIGACIÓN.
En segundo informe conoceremos detalles reveladores.
Fabián Romano.